Película del sueco Lukas Moodyson que nos refleja una visión realista de la situación vital de muchos jóvenes moscovitas a través del periplo existencial de la protagonista, Lilya, una adolescente que intenta cambiar su trágico presente.
lunes, 11 de enero de 2010
RUSIA: DE LA DICTADURA A LA LIBERTAD?
La Rusia roja cae, ante los atónitos ojos del mundo capitalista, el año 1991. El fenómeno de descomposición de la URSS (Confederación de 15 Estados, dominada por los designios de uno de estos, Rusia), es un hecho contrastable desde las reformas emprendidas por el gobierno de Mijail Gorbachov a partir de 1985: lógicamente, el renovador Gorbachov, asesta un golpe de muerte a un régimen que hace depender su supervivencia de una burocracia de partido único incólumne e indiscutido por la sociedad civil, cuyos derechos civiles son en este punto inexistentes: desde luego, la puesta en marcha de las políticas de Perestroika y Glasnost, tendentes a democratizar los resortes de poder del sistema soviético y a acabar con la censura y el secuestro al que están sometidos los medios de comunicación por parte del Estado, precipitan la caida del régimen más de 70 años después de la toma del Palacio de Invierno.
Después de los sucesos de Crimea, el secretario general del PCUS en la Federación Rusa, Boris Yeltsin, destrona a Gorbachov y se hace con el poder. Apoyado por parte de los jerarcas del régimen anterior, ávidos por "desnacionalizar" las ganancias que aportan los sectores estratégicos de la economía rusa (principalmente industrias de extracción de gas y petróleo), liberalizando el mercado, Yeltsin declara el nuevo régimen, que desde la nueva "Constitución democrática", se declara democrático-parlamentario y liberal en lo económico.
Nada más lejos de la realidad: actualmente, el pais, en manos del antiguo agente de la KGB, Vladimir Putin, es un régimen autoritario en lo político-social, donde toda oposición es acallada de manera drástica (vease caso Politkovskaya), y totalmente antidemocrático en lo económico. La antiguahttp://http//www.abc.es/hemeroteca/historico-06-05-2007/abc/Gente/millonarios-rusos-nuevos-ricos-a-lo-grande_1632946256050.html "miseria compartida" en lo material (recordemos los intentos de uschev y Breznev por aumentar las posibilidades de la población de acceder al consumo "rutinario" y al ocio), es ahora una miseria extrema (los antiguos derechos a las prestaciones mínimas, sobre todo en lo que concierne a la infancia y juventud, fueron eliminados, siendo la adopción en muchos casos la única posibilidad de salir adelante de los jóvenes rusos, si excluimos el recurso a la prostitución o al ingreso en una red mafiosa) sufrida por la mayor parte de la población, miseria que se refleja de manera especialmente cruel y bochornosa en las grandes urbes. El ejemplo de Moscú es paradigmático: la ciudad de los niños que esnifan pegamento en el metro , beben anticongelante para paliar el frio y se prostituyen por unos cuantos rublos, es la ciudad más cara del mundo y con más ricos, muchos de ellos a costa de la defenestración y secuestro por manos privadas de los bienes que correspondian a todos, aunque ya antes de 1991, existiese un politburó político, funcionarial y militar que robase a espuertas lo que según los principios de los padres de la patria roja, eran patrimonio colectivo.
Por tanto, como el caso ruso nos indica, los analistas sociales y politólogos deben de dejar a un lado el axioma clásico compartido durante siglos por los adalides de la cultura occidental-democrática, basada en establecer una relación sinequanom entre la existencia de una carta magna y unas instituciones en apariencia democráticas (según el sentido ilustrado propio del proceso de asimilación liberal-capitalista que surge como firma política a partir de 1789), y un régimen que sea democrático en la práctica, es decir, que sea la verdadera "voz del pueblo",y esto no solo en lo tocante a la participación en el poder, sino también en lo relacionado con el acceso a un bien tan básico como la alimentación.
Después de los sucesos de Crimea, el secretario general del PCUS en la Federación Rusa, Boris Yeltsin, destrona a Gorbachov y se hace con el poder. Apoyado por parte de los jerarcas del régimen anterior, ávidos por "desnacionalizar" las ganancias que aportan los sectores estratégicos de la economía rusa (principalmente industrias de extracción de gas y petróleo), liberalizando el mercado, Yeltsin declara el nuevo régimen, que desde la nueva "Constitución democrática", se declara democrático-parlamentario y liberal en lo económico.
Nada más lejos de la realidad: actualmente, el pais, en manos del antiguo agente de la KGB, Vladimir Putin, es un régimen autoritario en lo político-social, donde toda oposición es acallada de manera drástica (vease caso Politkovskaya), y totalmente antidemocrático en lo económico. La antiguahttp://http//www.abc.es/hemeroteca/historico-06-05-2007/abc/Gente/millonarios-rusos-nuevos-ricos-a-lo-grande_1632946256050.html "miseria compartida" en lo material (recordemos los intentos de uschev y Breznev por aumentar las posibilidades de la población de acceder al consumo "rutinario" y al ocio), es ahora una miseria extrema (los antiguos derechos a las prestaciones mínimas, sobre todo en lo que concierne a la infancia y juventud, fueron eliminados, siendo la adopción en muchos casos la única posibilidad de salir adelante de los jóvenes rusos, si excluimos el recurso a la prostitución o al ingreso en una red mafiosa) sufrida por la mayor parte de la población, miseria que se refleja de manera especialmente cruel y bochornosa en las grandes urbes. El ejemplo de Moscú es paradigmático: la ciudad de los niños que esnifan pegamento en el metro , beben anticongelante para paliar el frio y se prostituyen por unos cuantos rublos, es la ciudad más cara del mundo y con más ricos, muchos de ellos a costa de la defenestración y secuestro por manos privadas de los bienes que correspondian a todos, aunque ya antes de 1991, existiese un politburó político, funcionarial y militar que robase a espuertas lo que según los principios de los padres de la patria roja, eran patrimonio colectivo.
Por tanto, como el caso ruso nos indica, los analistas sociales y politólogos deben de dejar a un lado el axioma clásico compartido durante siglos por los adalides de la cultura occidental-democrática, basada en establecer una relación sinequanom entre la existencia de una carta magna y unas instituciones en apariencia democráticas (según el sentido ilustrado propio del proceso de asimilación liberal-capitalista que surge como firma política a partir de 1789), y un régimen que sea democrático en la práctica, es decir, que sea la verdadera "voz del pueblo",y esto no solo en lo tocante a la participación en el poder, sino también en lo relacionado con el acceso a un bien tan básico como la alimentación.
A MODO DE PRESENTACION
Soy Pedro Gregorio Mosquera, nacido en Pontevedra en 1984, licenciado en Historia por la USC en el año 2007. Bienvenidos a mi blog, que no es sino un recurso con el que intentaré llamar a debate y reflexión a todo aquel al que le interese rebatir al poder y a sus verdades oficialmente establecidas. Además, intentaré transmitir mi opinión y facilitar información diversa en relación con todo aquello que tenga que ver con el campo de la investigación histórica o con otro de mis grandes amores: la música jazz, rock y blues.
Las aportaciones de asociaciones de derechos civiles, de investigación histórica o musical serán bien recibidas
Sin más, recibid un cordial saludo y ¡seguid pidiendo lo imposible¡
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